jueves, 30 de agosto de 2012

Más de 1.000 páginas vistas

La entrada de hoy es diferente, puesto que no trata del apasionante mundo del pop y el rock, sino de este humilde blog. Y es que me parece que haber cruzado la frontera de las 1.000 páginas vistas es merecedor de una pequeña reseña. Debo reconocer que cuando no hace todavía un año me animé finalmente a compartir con los internautas una de mis pasiones (que no la única, pueden consultar mi perfil para descubrir otros blogs de otros tantos temas), no confiaba en absoluto en llegar a esta cifra tan pronto, pues es innumerable la cantidad de páginas y blogs que existen sobre este arte.

Antes que nada, debo agradecer de antemano todas y cada una de las visitas. Mi especial agradecimiento a aquellos que han contribuido con sus comentarios, o que incluso han optado por seguir regularmente el blog. Espero poder seguir actualizándolo con regularidad, eso sí en la medida de mis posibilidades, puesto que no deja de ser una afición al margen de mis obligaciones profesionales y familiares. Además, espero poder darle un enfoque más adecuado a los intereses y procedencia de mis lectores. De ahí surge la idea de revisar algunas estadísticas que he recogido.

En primer lugar, la estadística de páginas más visitadas. Que está encabezada por las cinco siguientes:

1) La lenta muerte de la guitarra como instrumento de... 491 visitas.
2) Fórmula matemática para la canción vocal contempor... 32 visitas.
3) Pet Shop Boys: Format (2012). 21 visitas
4) Clare Maguire: Light after dark (2011). 20 visitas.
5) Ejemplo práctico de la fórmula: "Born in the U.S.A... 16 visitas.

Queda claro, pues, que una de mis entradas dedicadas a reflexionar sobre el estado actual del panorama musical ha arrasado: casi la mitad de las visitas corresponden a mi reflexión sobre el declive de la guitarra como instrumento de referencia en la música contemporánea. Se ve que son cientos de personas los que comparten mi percepción: los tiempos están cambiando y a las nuevas generaciones les interesa cada vez menos lo relativo a las 6 cuerdas. A continuación figura la que es sin duda la entrada más elaborada de este blog: me ha llevado muchos años y miles de partituras establecer unos criterios mensurables para que cuando yo afirmo que una determinada canción es mejor o peor, pueda entenderse en qué me estoy fijando para emitir ese juicio y a ser posible compartirlo, tanto por los neófitos en el mundo musical como por aquellos con amplios conocimientos teóricos o prácticos. Después figura mi reseña musical más visitada: me sorprende y enorgullece que sea precisamente la relativa al recopilatorio de caras B que publicaron Pet Shop Boys a principios de año, pues son uno de mis artistas favoritos y de más talento de las últimas décadas. Sorprendentemente, después figura la reseña del álbum de debut de Clare Maguire, prácticamente una desconocida fuera del Reino Unido (supongo que se deberá precisamente a eso, a la falta de entradas en español sobre la prometedora artista británica). Y la quinta entrada es precisamente una de las aplicaciones prácticas de dicha fórmula matemática: simplemente para demostrar que opiniones formadas de antemano pueden alterar la percepción real de una determinada canción, de ahí que las canciones comparadas de Bruce Springteen y King Africa sean tan similares (y pobres, como explicaba en dicha entrada).

Y en segundo lugar, la estadística de los países desde los que se han leído más entradas. Que está encabezada por los cinco siguientes:

1) España. 242 visitas.
2) México. 173 visitas.
3) Argentina. 94 visitas.
4) Colombia. 82 visitas.
5) Estados Unidos. 73 visitas.

Es lógico que la mayor parte de las visitas procedan de España, pues el blog está escrito desde España y en español. Pero me ha sorprendido que más de tres cuartas partes de las visitas procedan de fuera de España. Eso me indica claramente que debo intentar darle un enfoque más internacional al contenido de este blog, aunque obviamente sin convertirlo en una página más de contenido y referencias anglosajonas.

En resumen, gracias a todos por sus visitas. Les prometo que para las próximas 1.000 visitas voy a intentar insistir en mis reflexiones sobre el mundillo musical y al mismo tiempo a darle un carácter más internacional a mis opiniones y comentarios.

domingo, 26 de agosto de 2012

Saint Etienne: Words and music by (2012)

Otro de los esperados retornos de este 2012, a los que aludía hace unos meses en este mismo blog, es el de los ingleses Saint Etienne. La que fuera la banda más genuinamente poppy de la primera mitad de los 90 fue perdiendo fuelle desde entonces, y tras su "Tales from Turnpike House" de 2005 entraron en un largo paréntesis del que sólo habían salido con algunas entregas ocasionales. Ha habido por tanto que esperar a este 2012 para escuchar un álbum completo de composiciones nuevas.

La pregunta es la misma que en otros retornos: ¿es este disco una excusa para poder interpretar en los festivales de medio mundo sus clásicos de siempre, o se sostiene por sí mismo? Pues afortunadamente lo segundo: el paréntesis les ha servido para recuperar su identidad, alejándose de los estilos más acústicos o formales con los que habían coqueteado en sus últimas entregas, aunque aportando una dosis de madurez considerable a su amplísimo espectro pop (especialmente en los textos). De hecho, incluso han dejado de lado los temas instrumentales, o los interludios de corta duración. Y es que se ve que después de tantos años sentían la necesidad de aprovechar cada minuto del disco.

Como lo evidencia "Over the border", el tema de más de 5 minutos que abre el disco: aparentemente un tema declamado en el que Sarah Cracknell relata con emoción su gradual incursión en el mundo de la música, acaba desembocando en un estribillo excelente. Estribillo que sin embargo es superado por la magia de "I've got your music", quizá su mejor sencillo en muchos años, con esa inmediatez de las mejores canciones pop bailables que subyuga en cada escucha gracias a su inspirada melodía. Luego viene la intimista "Heading for the fair" (con un piano electrónico más propio de hace un par de décadas), que en otros álbumes suyos habría sido uno de los temas estrella. Tras la relajada, cálida y correcta "Last days of disco" nos encontramos con el primer sencillo (y otro de los momentos estelares del álbum): "Tonight" es un tema de pop con arreglos sinfónicos, un ritmo sintético y un doble estribillo muy disfrutable, construido sobre una elaborada y acertada progresión armónica.

Afortunadamente, tras la breve y simpática "Record doctor" (un pseudo gospel) que divide el álbum en dos mitades, aún nos encontramos canciones de nivel: "Popular" es el mejor exponente de ese pop bailable, con un estribillo pegajoso y un logrado aire amateur que recuerda a su mejor época (y en especial a "Join our club"); la brillante "DJ", mi apuesta para un hipotético tercer sencillo, con una atmósfera que recuerda a la de "Hug my soul", un acertado toque guitarrero y un nuevo estribillo doble; y "When I was seventeen", un tema de pop elegante que en sus interludios instrumentales recuerda a New Order. Así hasta llegar a "Haunted", el tema que cierra el álbum, un correcto y elegante medio tiempo que nos devuelve a sus épocas más sofisticadas.

Ahora bien, es cierto que hay momentos donde se adentran en otros terrenos pero con menos inspiración ("Answer song", que podría pasar por una producción de Paul O'Duffy, "Twenty five years", un tanto aburrida a pesar de su letra impactante y la parsimoniosa "I threw it all away", pese a elaborada instrumentación), que Sarah Cracknell sigue siendo una vocalista muy justita y tirando a melosa, y que en ocasiones tanta perfección en los arreglos puede hacer que el sonido final resulte frío. Pero está claro que en un mundo ideal serían uno de los grupos de referencia.

Reseñar, además, que la edición Deluxe se completa con un álbum entero de remezclas (nada menos que 12) de casi todos los temas del álbum. Como suele suceder en este tipo de álbumes, la mayoría de remezclas desvirtúan los originales o los simplifican más allá de lo deseable. Destacar, no obstante, la remezcla de "Heading for the fair (The Time and Space Machine Waltzer Remix)", un instrumental que realza la excelente progresión armónica de esta canción, no del todo aprovechada en la versión original cantada.

En resumen, posiblemente la aclamación universal que ha recibido el álbum (Metacritic contabiliza nada menos que 84 sobre 100) sea un poco excesiva, pero sin duda se trata de su mejor entrega desde "So tough" (1994). Y sospecho que la participación de su viejo amigo y colaborador Ian Catt en la producción ha influido decisivamente en ello, guiándoles a los espacios en que mejor se desenvuelven y dandóle a cada corte la instrumentación adecuada. En fin, esperemos que no haya que esperar otros 18 años para volver a escucharlos en plena forma...